Por Natalia Rodríguez
@Meg_ypunto

No conozco a nadie que al recibir su diploma haya pensado: “¡Uy! ahora sí quiero dedicarme a dar conferencias porque es chévere poner eso en mis habilidades”. Pero soy absolutamente consciente que la demagogia vende y bastante. Pero como las posiciones políticamente correctas jamás han sido lo mío, pues debo decir que el auge de conferencistas con el suficiente humo en cada una de sus palabras me genera gran malestar.

Ese malestar tiene su origen en que estos conferencistas o “docentes”, llámelos como quiera, están hablando a personas que muchas veces están empezando y creen en quienes están al lado de una pizarra, NO SE PUEDE JUGAR CON EL APRENDIZAJE DE UNA PERSONA, es irrespetuoso. Para hablar de algo se debe saber y para saber se tiene que haber experimentado primero. Pero y ¿de dónde provienen esas experiencias?Sencillo, del trabajo que se ha tenido, de los clientes que se han manejado, de las marcas que han pasado por las manos de uno, de las estrategias, de los “chicharrones” que se han resuelto, de los casos de éxito o incluso fracaso que han tenido nuestro nombre.

Los aprendizajes no llegan de las “flores” que se reciben de los demás, las estrategias no provienen de lo que otros ya han creado, las estrategias surgen de varias cabezas, de equipos que piensan noche tras noche en pro de un solo objetivo. Esos profesionales que uno admira cada vez que se paran al lado de una pizarra a compartir sus experiencias, no necesitan hablar y hablar o hacer uso de terminologías exageradas para que se les crea, ellos solo necesitan contar lo que han hecho por años para que uno sepa que los quiere seguir a donde vayan.

A las entidades que busquen conferencistas y docentes no se les puede olvidar que solo los años son los que permiten hablar con propiedad, el resto solo son conferencistas vende humo, esos que han tenido una o dos marcas por unos meses y ya parecen conocer todas las herramientas de Social Media, son expertos en construir manuales de comunicación, resolver crisis, etcétera. Y precisamente estos conferencistas vende humo son los que han hecho del medio digital una burla para los demás medios laborales. He tenido que leer tuits burlándose de lo perdedor que puede ser trabajar como Community Manager, de la cantidad de mentiras que decimos, de cómo hablamos de temáticas que no estamos si quiera cerca de conocer.

Y la verdad, ¿cómo no se van a burlar? si esta pareciera ser la carrera a la que más fácil se entra, de la que cualquiera puede hablar, “el oficio de moda”. Para dictar una conferencia, clase o siquiera dirigir un debate se requiere de preparación, lecturas, conocimiento de temáticas relacionadas y por sobre todas las cosas, conocer el perfil del grupo ante el que se va a hablar.

El discurso de que todos merecen una oportunidad, solo es válido cuando no se tiene en las manos la responsabilidad de educar a un público que está esperando que se le enseñe, no que se les muestre hasta donde puede llegar nuestro auto convencimiento o ego. Porque eso sí, pareciera que los que trabajamos en digital vivimos de las palabras y no de los proyectos reales que han pasado por nuestras manos. Pero como todo no puede ser látigo, enumeraré cinco ítems que para mí son vitales al momento de decir Sí a una conferencia:

1. Sé que mis conocimientos y experiencia han estado en cada uno de los proyectos o estrategias de las que hablaré, es decir, que estas son mías y no una adaptación de los demás.

2. Durante años he trabajado en el conocimiento, innovación y aplicación de los temas que voy a tratar, leyeron bien, AÑOS.

3. Los clientes y/o marcas han confiado su comunicación, publicidad o mercadeo en mí, por el nombre que he construido, porque ha sido solo MI TRABAJO el que ha hablado por sí solo.

4. Conozco del tema que voy a hablar y no porque lo haya escuchado en algún lugar, sino porque en verdad he estado en contacto con él.

5. Soy consciente que tengo en mis palabras la responsabilidad de compartir lo que en realidad sé y no en lo que creo saber.

Como recomendación final, por favor, antes de decir sí a una conferencia, pregúntense si lo que tienen en la cabeza es tan fuerte que los que están empezando deben conocerlo, si les aportará, de lo contrario, estudien más, obtengan más experiencia y así suene algo cruel, como dirían las tapas de gaseosas: “Vuelve a intentarlo”.

Natalia Rodríguez Comunicadora social y periodista, cuenta con cinco años de experiencia en comunicación digital y en la aplicación de estrategias Web.  Se desempeña como Social Media Manager de Proximity Colombia, hamanejado marcas como Avianca, Mazda, Banco de Bogotá, Movistar, Nestlé Colombia, Milo, Johnson’s baby, Aloha, entre otras.